Dios creó al
burro y le dijo:
Serás burro,
trabajarás incansablemente de sol a sol, cargando todo el peso sobre el
lomo, no tendrás inteligencia y vivirás 50 años.
El burro le
contestó:
Señor, vivir
50 años es demasiado, dame apenas 20 años, y Dios se lo concedió.
Dios creó al
perro y le dijo:
Serás perro,
cuidarás la casa de los hombres, serás su mejor amigo, comerás las
sobras que te den y vivirás 25 años.
El perro le
respondió:
Señor, vivir
25 años es demasiado, dame apenas 10 años, y Dios se lo concedió.
Dios creó al
mono y le dijo:
Serás mono,
saltarás de rama en rama haciendo payasadas, serás divertido y
vivirás 20 años.
El mono
contestó:
Señor, 20
años es demasiado, solo dame apenas 10 años, y Dios se lo concedió.
Finalmente Dios
creó al hombre y dijo:
Serás
hombre, el único ser racional sobre la faz de la tierra, usarás tu
inteligencia para superarte sobre los animales, dominarás al mundo y
vivirás 20 años.
El hombre
respondió:
Señor, vivir
20 años es muy poco, dame los 30 que el burro rehusó, los 15 que el
perro no quiso y los 10 años que el mono rechazó, y Dios se lo
concedió.
Desde entonces
el hombre vive 20 años como hombre, se casa y pasa 30 años como burro,
trabajando y cargando todo el peso sobre el lomo, después cuando los
hijos se van, vive 15 años como un perro, cuidando la casa y comiendo lo
que le dan, para luego llegar a viejo, jubilarse y vivir 10 años como
mono, saltando de casa en casa o de hijo en hijo y haciendo payasadas para
divertir a los nietos.
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