En
el año 2004 se celebró una competencia de remo entre dos países:
Argentina y Japón.
Iniciada
la competencia, los remeros japoneses comenzaron a destacarse y llegaron a
la meta rápidamente. El equipo argentino llegó una hora después. De
regreso a las pampas, el comité ejecutivo se reunió para hacer un
análisis de las causas que provocaron tan desconcertante e imprevisto
resultado. Las conclusiones comparativas fueron las siguientes:
1)
El equipo japonés estaba formado por 1 jefe de equipo y 10 remeros.
2) El equipo argentino estaba formado por 1 remero y 10 jefes de equipo.
La
decisión del comité fue pasar a la esfera de Planificación
Estratégica, para realizar una fuerte reestructuración en el equipo, que
calaría en lo más profundo de la delegación.
En
el año 2005, producida la largada de la nueva competencia el equipo
japonés volvió a adelantarse considerablemente, y esta vez el equipo
argentino llegó a la meta dos horas después que su contrincante.
Absolutamente decepcionada por los resultados, la delegación debió
someterse a un nuevo análisis de su estructura, el cual arrojó el
siguiente cuadro comparativo:
1)
El equipo japonés estaba formado nuevamente por 1 jefe de equipo y 10
remeros.
2) El equipo argentino, luego de los cambios introducidos por el Depto de
Planificación Estratégica, contaba con la siguiente formación:
a)
Un jefe de Equipo
b) Dos Asistentes de jefe de Equipo
c) Siete jefes de Sección
d) Un remero
Junto
al cuadro comparativo de estrategias, se encontraban las conclusiones del
comité ejecutivo, el cual determinó de manera unánime, lapidaria e
irrevocable que el remero era un incompetente.
En
2006 una nueva oportunidad fue abierta para nuestro país. Con la firme
convicción del triunfo el Depto de Tecnologías y Negocios, a cargo del
plan de acción, puso en marcha novedosas modificaciones que generarían
sin lugar a dudas, incrementos sustanciales de efectividad, eficiencia y
eficacia. El resizing y tum-around concomitantes serían la llave del
éxito y el broche de oro de un trabajo, que humillaría al mismísimo
Peter Druker.
El
resultado de la competencia fue catastrófico, el equipo argentino llegó
3 hs. más tarde que el japonés. Las conclusiones revelarían datos
escalofriantes:
1)
La estrategia japonesa con el objetivo de despistar optó por aplicar la
fórmula tradicional de 1 jefe de equipo y 10 remeros.
2) El equipo argentino, sin embargo, utilizó una formación de vanguardia
integrada por:
a)
Un jefe de Equipo
b) Dos Auditores de Calidad Total
c) Un Asesor de Empowerment
d) Un Supervisor de Downsizing
e) Un Analista de Procedimientos
f) Un Tecnólogo
g) Un Contralor
h) Un Jefe de Sección
i) Un Apuntador de Tiempos
j) Un remero
Luego
de varios días de reuniones y análisis el comité decidió castigar al
remero quitándole los bonos, viáticos e incentivos, por su escasa labor
en la competencia.
Al
finalizar la reunión de cierre realizada entre el mencionado comité y
los accionistas representativos, el jefe de prensa realizó las siguientes
declaraciones:
"Con
vistas a realizar una nueva competencia el año próximo, recurriremos a
la contratación de un nuevo remero, a través de un contrato de
outsourcing, con el objeto de evitar los litigios con el sindicato y las
ataduras a convenios laborales anquilosados, que sin duda degradan la
eficiencia y productividad de los privilegiados recursos de los que somos
poseedores..."
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