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AMADO HEZZE

 

TRATAMIENTO ALTERNATIVO DE ENFERMEDADES INMUNOLÒGICAS

Con esta guía, pretendo, sintéticamente, dar una idea de lo que los médicos bautizaron como: “El Método Hezze”.

Los caminos que aquí se muestran, están orientados a “despertar” y/o activar el sistema inmunológico, a fin de remitir enfermedades vinculadas a su deterioro.

Hasta ahora, el tratamiento de estas enfermedades, sigue siendo un fracaso en la medicina oficial o alopática. Desde su óptica, constituyen un grupo de enfermedades “crónicas y degenerativas”, que llevan al enfermo, a padecerlas hasta su muerte; y así, el Cáncer, la Psoriasis, el Sida, la Artritis, el Lupus E.S., etc., siguen siendo, para esta medicina, todavía incurables.

En más de una oportunidad manifesté, que carece de toda lógica, creer que existen enfermedades incurables, porque al ser nosotros, parte viva de La Naturaleza, esta “Pacha-Mama”, nos brinda y seguirá brindando, como siempre lo hizo, los elementos curativos, para superar nuestras dolencia pasajeras y aprender las lecciones de vida que conllevan sus programas biológicos, a fin de hacernos evolucionar, espiritual y físicamente.

Comparto la idea de los primeros cristianos, cuando afirmaban, que primero enferma el alma y después el cuerpo. Comparto con los chamanes, que  instintivamente, tratan a sus enfermos, primero anímicamente, para luego hacerlo físicamente. Comparto con Parménides, 500 años antes de Cristo, que decía “Dadme un elemento para generar fiebre y curaré cualquier enfermedad”.

No comparto con los tratamientos agresivos de dudosa efectividad, como la quimioterapia y la radioterapia, que deterioran la calidad de vida de las personas. 

Creo, que la medicina oficial, se quedó en el tiempo, procurando eliminar, hoy como ayer, los síntomas indeseables y/o el dolor, que sufre el enfermo, circunscribiendo sus terapias sólo al órgano afectado, como si el resto del organismo estuviera ausente en todo el proceso de sanación.

Para los que creemos, que el hombre es mucho más que una fábrica de procesos químicos bajo su piel, las enfermedades inmunológicas, como el cáncer, el sida, la artritis, etc., no son otra cosa que la manifestación física de “estados emotivos traumáticos, vividos en soledad y no superados en el tiempo”, tal como lo definió el Dr. Ryke Geerd Hamer, en la década del 80.

El Dr. Hamer, después de evaluar más de 10.000 (diez mil) casos, da a conocer al mundo, los procesos biológicos que originan estas enfermedades. A este trabajo, que fue duramente combatido, se lo conoce hoy como: “La Nueva Medicina”.

Por la gran afinidad que existe entre sus postulados y lo que creo respecto a las enfermedades, he pedido a los médicos que me apoyan, que tomen los postulados del Dr. Hamer, como una de las patas del trípode donde se apoya nuestro método. Por lo tanto, “El Método Hezze”, debe siempre contemplar estos tres aspectos:

1º.- Ubicar en el tiempo, el estado emotivo traumático, que desencadenó la patología a fin de superarlo.

2º.- Régimen desintoxicante de comidas.

3º.- Tratamiento médico.

 El primer punto, es quizás el más importante de este trípode. Ubicándolo al trauma y superándolo o desactivándolo, estaremos frenando la reproducción celular anárquica. Por eso es importante, conocer los conflictos que dan originen a un cáncer.

Sintéticamente, puntualizo algunos Ca., tomando como base, los postulados del Dr. Hamer:

Cáncer de Hígado: Creer que algún miembro de nuestra familia o algún afecto como si fuera miembro de nuestra familia, nos estafó económicamente. Miedo a carecer de recursos económicos en el futuro.

Cáncer de Huesos: Desvalorización personal. Según la zona, obedecerá a una desvalorización intelectual, deportista, sexual, etc.

Cáncer de Pulmón: Miedo a la muerte. Creer tener una enfermedad incurable.

Cáncer de Mama Izquierda, en mujeres diestras: Pérdida (en el más amplio sentido de la palabra), de un hijo o de algún afecto como si fuera un hijo.

Cáncer de Mama Derecha, en mujeres diestras: Conflicto con su pareja, no de tipo sexual. Pérdida y/o separación traumática.

Cáncer de Vejiga: Sentirse perdido o no encontrar su lugar, dentro de su territorio

Cáncer de Estómago: No poder “digerir” acciones, realizadas por personas de nuestro entorno, porque creemos que son “chanchadas”.

Cáncer de Piel: Ataque y respuesta al ataque a nuestra integridad. Odio.

Cáncer de Colon: No digerir una acusación denigrante, asquerosa, sucia.

Cáncer de Riñón: Conflicto con líquidos (por ej.: miedo de ahogarse).

Cáncer de Páncreas: Conflicto familiar, por negarnos a perder lo que creemos que nos corresponde, por ej., una  herencia.

Cáncer de Próstata: “No poder servir a la hembra”, desvalorización sexual.

Cáncer de Testículos: Conflicto de pérdida grave (un hijo, un amigo, etc.)

Cáncer de Ovarios: Pérdida afectiva grave. Vergüenza sexual.

Cáncer de Intestino: Vejación territorial.

Artritis: Negársenos ayuda.

El enfermo, debe comprender, que las enfermedades inmunológicas, son originadas por el mismo, ante la falta de una respuesta adecuada, que no le permitió superar un conflicto.

Lo real, es que venimos observando desde hace años, que si la persona no supera o desbloquea el trauma que originó su enfermedad, ningún tratamiento, por efectivo que sea, curará o remitirá su patología en forma permanente.

El segundo punto, está orientado fundamentalmente, a desintoxicar al organismo. Aconsejamos, para cumplir este objetivo, eliminar de la ingesta diaria, todos los productos de origen animal y los tomates, mientras dure el tratamiento. La alimentación será a base de cereales, legumbres, verduras frescas, frutas frescas y/o secas, etc. Es conveniente incorporar a esta dieta: Vitamina C (citrus), Vitamina E (brotes de alfalfa) y Beta caroteno (zanahoria)  (pro-vitamina A), siempre y cuando el médico lo autorice. También es importante, por la mayor sensibilidad emotiva que muestra el paciente que sufre estas patologías, crearle un ambiente tranquilo, alegre, armónico, de autoestima. Es importante evitar los miedos, la depresión, la soledad.  

El tercer punto, es el tratamiento médico específico, donde el profesional debe tener bien en claro, que aplicará a su paciente, un tratamiento alternativo, que no admite, como complemento, ningún producto alopático o sintético. El concentrado de plantas, por cocción debe ser, el único tratamiento del enfermo, con el eventual agregado de las vitaminas arriba indicadas.

Sólo si es necesario, podrá usar, ortiga (Urtica dioica L.) para tratar la anemia, llantén (Plantago major L.), como anti inflamatorio, etc.

Tampoco debe perder de vista, en enfoque holístico que sugerimos, para ver los resultados esperados. Todo proceso de sanación requiere de este enfoque.

El enfermo debe ser contenido anímicamente e informado de las causas psicológicas que originaron su patología y tener muy en claro, que él y sólo él, puede remitir la enfermedad que lo aqueja. También es importante, que el médico lo asesore acerca del tratamiento que deberá realizar en caso de una manifestación febril generalizada alta. Desde hace más de quince años, aconsejé siempre, tratar la fiebre generalizada, como lo hacían nuestros tatarabuelos (laxante suave - cama – té con limón y/o jugos de fruta - trapos con agua fría –baños). En una enfermedad esclerótica, como es el cáncer, la fiebre generalizada, superior a los 39º, constituye el mejor “medicamento natural”, que el organismo puede elaborar. La mayoría de las veces, el organismo, en un intento desesperado de sanación, genera una fiebre superior a los 40º, que dura aproximadamente 5 (cinco) días. Si se usan antipiréticos, es muy poco lo que se podrá hacer por el enfermo.

Los análisis básicos de laboratorio, que sugirieron los médicos (Hepatograma completo, Hemograma completo con recuento de plaquetas, Orina completo, CD4, CD8, Ig. AGMED, Litemia y Marcadores tumorales), están orientados a evaluar el estado general e inmunológico del enfermo. Estos análisis, que se los repite cada 45 días, mostrarán el desarrollo de la patología; mostrarán el “antes” y el “después”.

De ser posible, debe realizarse al enfermo, una TAC, sin contraste, para evaluar a nivel cerebral, cánceres en formación o en procesos de curación. Si la imagen nos nuestra un punto y círculos rodeándolo (diana), nos indicará un cáncer en formación en el órgano que rige esa parte del cerebro. Si aparece un edema, se debe interpretar como un cáncer en proceso de remisión. Hasta el año 1990, se creía que el punto con los círculos que aparecían en las TAC, eran fallas del aparato, restándole la importancia, que hoy se les atribuye.

Al cáncer lo genera nuestra alma (psiquis), dando la primera señal física del conflicto, nuestro cerebro, para recién aparecer, al cabo de un tiempo, en el órgano.

También es importante, conocer los órganos que generan las tres capas embrionarias, a fin de entender el desarrollo tumoral y el proceso de remisión.

Andalgalá, 30-06-06.                                                                   Amado Hezze   

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